Fisioterapia en la danza
Existen
 riesgos de lesión en todos los bailes, desde tango hasta la danza del 
vientre, pasando por hip-hop, ballet clásico y danza moderna. Si usted 
practica ballet o danza moderna, conozca cuáles son las lesiones más 
frecuentes y aprenda a reconocerlas.
Depende del tipo
Hay muchos tipos de 
bailes y danzas. En pareja o solos, con calzado o si él, de brincos y 
saltos como en la danza moderna, o aquellas que adoptan posturas 
antigravitatorias como en el ballet clásico. Pero a manera general se 
puede decir que los miembros inferiores son los más afectados, es decir 
cadera, rodilla, tobillos, dedos y la planta del pie. Sin embargo, 
también pueden verse afectados los músculos lumbares, o bien puede haber
 pinzamientos nerviosos en el área del cuello. Obviamente, el tipo de 
lesión va a depender del tipo de baile.
Pueden afectarse las articulaciones(antes mencionadas), los tejidos blandos (vainas tendinosas, ligamentos, fascias, bursas, tendones, panículos adiposos, etc.) y la piel. Si se habla de lesiones en piel, las bailarinas son unas expertas en aguantar los pies en carne viva debido al uso de las puntas de ballet.
C

Las desviaciones de ejes de los dedos son muy frecuentes en las bailarinas de ballet clásico, puesto que se adoptan una postura antinatural, la cual implica poner todo el peso del cuerpo en el primer dedo. A esta posición se le conoce en francés (idioma universal del ballet) como sur le pointes que significa literalmente “sobre las puntas” o en singular sur la pointe cuando en es un solo pie. Por lo que este al no poder soportar el peso (por más flaca que sea la bailarina) este de desvía hacia adentro, y luego va deformando el dedo hasta formar un juanete o hallux valgus.

 Figura 1 Sur le pointes  - Figura 2 Aspecto anatómico del juanete
En estos casos, sobresale el segundo 
dedo (el que va después del dedo gordo) y cuando se adopta la posición 
sobre las puntas del pie, se sobrecarga el segundo dedo y se produce una
 fractura del segundo metatarsiano. A esta fractura se le conoce como 
fractura del bailarín y se dice que es una fractura por estrés o 
sobrecarga. Depende de la gravedad del la misma, esta puede o no ser 
intervenida quirúrgicamente. El manejo quirúrgico dependerá de la 
gravedad de la misma. En el momento de la fractura, la persona siente un
 clic o que “sonó algo”. Inmediatamente tiene que dejar de hacer esa 
postura. El dedo se inflama y se enrojece y duele al tacto como al 
movimiento, literalmente la persona no “puede mover el dedo”. También 
puede fracturarse el quinto dedo o sea el dedo pequeñito. Si duele 
golpearse ese dedo, ahora imagínese lo que duele un fractura. Este dedo 
también tiende a deformarse, mirando hacia el los otros dedos.
Esguinces, distensiones musculares y contusiones 
Se podría decir 
que los esguinces de tobillo en bailarinas de ballet corresponden a la 
lesión más frecuente entre sus practicantes. No se sabe si fue primero 
el huevo o la gallina, de igual manera no se sabe si los problemas de 
propiocepción son los que ocasionen los esguinces o torceduras de 
tobillo, o éstos sean los responsables de la pérdida de la 
propiocepción. Pero a todo esto, qué es la propiocepción? Es la 
capacidad del cuerpo de saber la ubicación del mismo en el espacio, sin 
una referencia visual, es decir con los ojos cerrados. Pero porqué es 
importante tener una buena propiocepción en los tobillos? Pues porque 
los receptores de este sentido están en la piel, pero sobre todo en los 
ligamentos, son cuales le dan la estabilidad a una articulación, y si 
éstos fallan, es muy probable que se dé una lesión. En ballet, al 
adoptar posturas poco estables, es muy fácil perder el equilibrio, por 
eso es importantes saber cómo caer después de los saltos, y para ello se
 necesita de la propiocepción.
Una similitud entre el ballet y la danza
 moderna en cuanto a lesiones se refiere, son las distensiones 
musculares. Estas son un estiramiento súbito un músculo en un movimiento
 rápido o brusco. Estas se producen básicamente en los saltos. La 
musculatura aductora (la parte interna del muslo) y los isquiotibiales 
(la parte posterior del muslo) suele verse afectados. La persona siente 
como un tirón o “jalonazo”, lo que indica que algunas fibras musculares 
pudieron romperse. Si luego aparece un hematoma o morete, quiere decir 
que hubo sangrado. Si no lo hay pero siente una “bolita” puede tratarse 
de un coágulo encapsulado tras la lesión, es decir que no se produjo el 
sangrado en el lugar de la lesión. En estos caso es necesario que visite
 un médico ortopedista, preferiblemente que se dedique al área 
deportiva. Seguramente él le sugerirá un ultrasonido de tejidos blandos.
Como
 en la neodanza son frecuentes los brincos y saltos y las caídas, puede 
darse que la persona sufra algunos raspones por el tipo de superficie en
 la cual se practica, pero además al caer puede golpearse fuertemente. 
Este tipo de lesión se le conoce como contusión. Esta se caracteriza por
 un dolor difuso, difícil de localizar. Duele más al tacto que al 
movimiento después del entrenamiento o ensayo.
Aporte de la fisioterapia en la danza
Prácticamente en cualquier tipo de danza o baile la fisioterapia puede hacer sus aportes en el tratamiento de lesiones, pero más importante aún, en la prevención de las mismas. El manejo del dolor es importante tratarlo, no sólo para aliviar, sino para poder continuar con un programa de terapia tras las lesión, y así reinsertar al bailarín o bailarina lo más pronto posible a su actividad dancística. Por último, recuerde que cada lesión es diferente, y el tiempo de rehabilitación varía de una persona a otra. Lo cierto es que cuanto más rápido inicie su programa de terapia, menos riesgo tiene de que esta lesión se haga crónica o recidivante.
 
Prácticamente en cualquier tipo de danza o baile la fisioterapia puede hacer sus aportes en el tratamiento de lesiones, pero más importante aún, en la prevención de las mismas. El manejo del dolor es importante tratarlo, no sólo para aliviar, sino para poder continuar con un programa de terapia tras las lesión, y así reinsertar al bailarín o bailarina lo más pronto posible a su actividad dancística. Por último, recuerde que cada lesión es diferente, y el tiempo de rehabilitación varía de una persona a otra. Lo cierto es que cuanto más rápido inicie su programa de terapia, menos riesgo tiene de que esta lesión se haga crónica o recidivante.
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